Quizás solo era una novela libre…
Podríamos comenzar de esta manera a presentar “¡Chooof!”, una saga, término el cual, a pesar de ser correcto no me acaba de convencer, que comenzó hace ya muchos años, quizás demasiados pero los suficientes como para tenerle un cariño personal.
Y es que ¡Chooof! Nace tras la redacción y corrección de “En memoria del silencio”, una obra policíaca, la primera y única que hice hasta la fecha (no puedo hablar de futuro) que acabó en manos de editoriales digitales y aplicaciones para una compañía. Pero aquella obra me había llevado algo: linealidad, esto no era otra cosa que, debido a un argumento sólido, tenía que llevar una cierta linea argumental. Que por otro lado no puedo quejarme, al fin y al cabo nadie me obligó a escribirla. Pero tras aquella obra necesitaba una cierta libertad, así que me plantee escribir una novela la cual, debía tener unos puntos claves:
-Debía ser libre
-Debía ser improvisada
-Debía divertirme
Con estas pretensiones estaba claro que podía salir cualquier cosa. Y ahí nació el primer “¡Chooof!”, improvisación en estado puro y duro, hasta el titulo era improvisado ¿porque ese nombre? Estaba claro que, y en especial por mis gustos musicales, literarios y cinéfilos, iba a salir algo sangriento pero con matices. Y es que el nombre no dejaba de ser más que la onomatopeya de algo cuando sangra, así de simple.
Y el primer “¡Chooof!” contenía todos los aspectos que me había puesto. Improvisación total y absoluta, simplemente te ponías a escribir y escribías lo primero que pasase por tu mente. Y el primer “¡Chooof!” es la clara muestra de lo que se pretendía hacer, la primera parte era bruta, salvaje, divertida, gamberra, y un sinfín de definiciones poco poéticas. Estaba claro que seres, a los cuales se les llama grotescos debido a su aspecto físico diferenciándolos de los zombis debido a sus heridas, esto llevaba a querer alejarme de la típica obra de terror en la que un grupo de supervivientes lucha por su supervivencia, eso era algo que no quería hacer. Y quizás fue una idea un tanto divertida pero ¿los protagonistas huir? Ahí entraba uno de los puntos que podían diferenciar “¡Chooof!” de obras de la misma temática, huir huyen pero si tienen que ir a por los grotescos, o demás mutaciones, irán a por ellos y no con buenos modales. Y cuando la hice sacando una copia en papel, creí que ahí acababa la obra.
Pero el primer “¡Chooof!” me había ofrecido una gran libertad que siempre había agradecido, y el cariño estaba ahí. Y la segunda parte nace como homenaje a la primera, si que es cierto que quería alejarme de la continuidad de la primera entrega, por lo que decidí darle un pequeño cambio: iba a estar ligada la primera entrega pero no iba a ser necesaria leerla aunque la complementase siendo algunos pequeños aspectos de la primera entrega, los que hacen entender el “todo” de la segunda entrega. Y quizás “¡Chooof! 2” fuese la entrega menos gamberra pero si la más completa, se alejaba un poco de la diversión y el lado gamberro de la primera entrega aportando una mayor madurez pero sin dejar de ser “¡Chooof!”, algo que siempre queda claro a lo largo de la obra.
Y ya se sabe, no hay dos sin tres, y con “¡Chooof! 2” debía haber una nueva entrega en la cual decidí apartar un aspecto clave (y hasta ahí puedo leer) y darle un tono más épico. Y vaya si se consigue con la tercera parte, algunos momentos se muestran con una total madurez narrativa acompañando a la protagonista en una única misión relacionada con la segunda entrega y donde se muestra la solidez de la protagonista. Quizás se aleja de la primera parte en cuando a diversión aunque es en esta obra donde me permito un personaje “distinto” que aporta diversión gracias a su forma de hablar y personalidad. Así mismo es la tercera entrega la más épica.
Aunque ¿y dejar la segunda y tercera parte sin final? Habría sido absurdo así que estaba claro que había que darle un final. Y la última entrega si bien parte con elementos que hacen que sea necesario leer la segunda y tercera parte, va totalmente por libre siendo quizás la más agotadora ¿agotadora? Puede sonar extraño que una obra agote, pero el nivel de acción es tal, que hasta el lector puede sentirse agotado al meterse en la piel de los personajes. Pero había algo claro con la cuarta entrega: debía ser la última y por lo tanto, no volver a tocar nada de esta saga. El motivo no era otro que el dejar con honores una obra que, en lo personal, me ofreció una libertad que pocas veces se consigue.
Y quizás que tanto la primera como la segunda entrega, estén sin corregir, al fin y al cabo el primer “¡Chooof!” iba a ser el único, que al final cayesen tres entregas más no estaba en los planes pero, y como era de esperar: puedes esperar de todo en una obra totalmente improvisada. Aunque algo que pueda chocar era que, y a pesar del trabajo que hay detrás, iba a ser algo gratuito. Siempre dije que me negaba a ganar dinero con esta obra, he sido libre escribiéndola, no necesitaba nada más. La lectura debería ser accesible para todo el mundo. En el mundo de la literatura hay obras de terror pero enfocadas a gente que lee ¿porque no llevar al mundo de las letras aquello que los no-lectores ven en cine? Y “¡Chooof!” si nació libre debe ser libre, algo que siempre recomiendo es coger los personajes y poner a gente que el lector conozca, algo que ayuda a sentir la libertad que yo, como autor, he tenido.
Quizás “¡Chooof!” no sea una saga épica, apta para todos los públicos o que ganará premios: he sido libre con ella, y eso el mayor de los premios. Les cogí cariño a unos personajes que no esperaba viviendo aventuras que no imaginaba para acabar con cierta tristeza, aunque voluntaria, a la hora de decirles adiós.
Así que disfrutad de esta obra que es mía...pero también es vuestra.
Psyko
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